A menudo se confunden con organismos vegetales, debido a su aspecto de arbusto, cuando en realidad son colonias coralinas sésiles formadas por miles de pólipos de ocho tentáculos.
Estas colonias están formadas por una estructura esquelética, más o menos ramificada según los géneros, con formas arborescentes, arbustivas o filiformes. La estructura es tal, que la disposición de los pólipos suele ser en un solo plano (de ahí otra de sus denominaciones comunes: abanico de mar), enfrentada a la corriente de agua. Esta estructura puede llegar a tener dos metros de alto por otros dos de ancho en algunas especies.
Sus esqueletos se caracterizan por poseer una sustancia proteica, que ellos mismos segregan, llamada gorgonina, de naturaleza córnea, más o menos flexible, según la especie, la edad de la colonia y la parte de la misma que se analice. Tanto los esqueletos, como el cenénquima, o tejido colonial que reviste el esqueleto, y los pólipos, contienen espículas de calcita de diversos tamaños y formas, que en muchas ocasiones son las únicas características para la correcta identificación de las especies.