La concha de este molusco es casi plana y llega a medir hasta 10 centímetros. Presenta una pequeña espiral en uno de los extremos, y su cima está curiosamente perforada de agujeros que permiten la evacuación de la corriente de agua que ha alimentado el sistema respiratorio del animal. Estos orificios se van taponando continuamente, a la vez que se abren otros nuevos, de manera que suele haber abiertos entre 5 y 7. A través de ellos prolonga unos tentáculos que tienen funciones sensitivas.
La concha es de color verde, rojizo o pardo por el exterior, mientras que el interior es nacarado y presenta una fuerte iridiscencia, lo que ha propiciado su uso con fines ornamentales. El animal es negro con los tentáculos verdosos, con una pequeña cabeza aplanada.
La oreja de mar ramonea con su rádula las algas adheridas a las rocas, y se mueve gracias a su pie musculoso que suele aparecer recubierto de tubérculos y filamentos. Es de hábitos nocturnos.
Tiene sexos separados y la fecundación es externa.
Se distribuye por el Atlántico oriental, entre el Canal de la Mancha y el norte de África, incluyendo el Mediterráneo.
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