En este
erizo de mar es muy patente la presencia de dos clases de espinas; las primeras son largas y delgadas, de color marrón verdoso con la punta negra, capaces de provocar dolorosos pinchazos y alternan con cinco filas de espinas tubulares más largas, de hasta 15 centímetros, y rematadas con una punta abierta. Estas últimas presentan bandas claras y oscuras, al igual que el saco anal.
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